lunes, 9 de marzo de 2015

Una rehabilitación: Palacio de Arenales











  A la hora de proceder a la restauración de un edificio histórico y desde mi punto de vista hay que indicar una serie de bases de partida, que a modo de principios generales dominen sobre toda la actuación.
  Intervenir en un edificio histórico puede hacerse de muchos modos, puede uno entrar en él y utilizarlo como mera excusa para plantear otra Arquitectura o puede uno intentar dos vias de actuación: una de ellas es la de analizar el desarrollo del edificio, cortar lo insano o mal ejecutado y reforzar lo realmente importante con un sentido de mejorar lo existente sin perder su primordial importancia sobre lo que se realice de nuevo; o bien, puede uno intervenir como un médico de cabecera y reponer sencillamente lo existente . En definitiva, se trata de intervenir en un edificio o como arquitecto o como médico.
  Sin lugar a dudas, lo que anima la intención o emoción estética de quienes ni siquiera se plantean estas cuestiones, es la de mantener a ultranza lo existente. Reparar a secas, y si es necesario reponer como uno presume que fue, por anastilosis, se transforma en el método preferido de quienes ni siquiera se plantean la existencia de una Arquitectura con mayúsculas, son personas para las que la Arquitectura es algo del pasado y lo que hoy se hace, es… no sabemos qué. Personalmente eso es algo que me repugna. Hoy día un objeto no tiene valor en sí sino en función de su mayor o menor antigüedad, aunque sea mortalmente horrible.
  Sin embargo, es posible intervenir en un edificio, estudiar su configuración a lo largo del tiempo, ver dónde y en que momento se cometieron errores y aprovechar nuestra formación arquitectónica para darle una salida razonada y estética que produzca un arte-facto que como mínimo no esté devaluado frente a lo existente en un principio, sino mas bien, al contrario, marque un hito histórico en el desarrollo del edificio, como un punto de inflexión a partir del cual la edificación recupera su dignidad e incluso mejora su interés desde un punto de vista Arquitectónico. Soy ferviente seguidor de esta segunda alternativa.
  Por todo ello, el método o principio generador de la intervención en un edificio histórico es la de utilizar el análisis del edificio y su estudio para comprender los errores cometidos en el pasado, para subsanarlos, para preguntarle al edificio lo que él quiere ser, escucharle y responderle con dignidad y honestamente. Como principio de intervención es éste el utilizado en el Hotel de 5 estrellas Palacio de Arenales de Cáceres.


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